¡Hola a todos de nuevo! Una vez más por aquí.
Pues bien, hoy vengo a hablaros de la recogida de alimentos que realicé el sábado 28 de noviembre. Sin dudarlo una experiencia más que enriquecedora, más de lo normal, esa experiencia que te deja una espinita muy clavada. Os preguntareis ¿por qué?, la respuesta es de lo más sencillo y fácil.
Creo que no sólo consistió en una recogida de alimentos, aceptar los alimentos, ofrecer colaborar con el banco y comunicarte un poco con el público del supermercado. No, lo que de verdad enriquece es la valoración que tienes respecto a todo cuando se acaba el turno de la recogida.
La paciencia y delicadeza de ese abuelo que mirando el suelo anda despacio para no tropezar con nada, la abuela que se para hablar contigo para contarte cualquier cosilla a la que tú no le das importancia, pero ella hace un mundo, la que mira el monedero muchísimas veces antes de pagar, la que se para contigo para hablar de sus hijos y que sólo, lo que necesitan como respuesta es una sonrisa amable y unos oidos completamente para ella, la sonrisa de una madre que va con sus hijos un sábado a hacer la compra, aquel matrimonio que te pregunta, qué de que va lo que haces y que haces allí. Los niños pequeños que te observan cada movimiento que realizas. Sin duda admiro el caminar lento de ese abuelo, que completa la rapidez que tenemos los jóvenes en realizar cualquier cosa, la seguridad que necesita esa abuela al tener que hacer algo, tan simple como pagar, la felicidad de una madre al darle alimentos a sus hijos, la compañía mutua del matrimonio y la inocencia de un niño que sin ni si quiera hablar dice mucho más que los jóvenes con un "gracias"
Eso, eso es realmente lo que de verdad enriquece, enriquece lo poco que hay y lo mucho que dan. Quizás ninguno de los que nombro no pudo dar nada al banco de alimentos, pero si que alimentó mi experiencia, mi admiración y mi decisión para la próxima vez, tener más que claro un sí a una experiencia así.
Desde mi punto de vista, puede ser la actividad en la que menos haya realizado, pero no dudo que haya sido en la que más he aprendido, aprender a valorar aun más es algo inigualable, algo que sin duda es lo que me hace poder escribir con tanta admiración a aquellas personas que coincidí el sábado.
"Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hayamos llegado" - Quevedo
Un día más, muchas gracias por leer todo. Espero que os haya gustado tanto leerlo como a mi estar el sábado en la recogida, ahora os adjunto algunas fotos de la recogida.
¡Hasta la próxima y no desaprovechéis ninguna oportunidad!
